Y me dejas para siempre,
ni una estrella me ha quedado;
Ni el suspiro que dejaba tu mirar,
ni tus labios me decían te amo.
Ni el suspiro que dejaba tu mirar,
ni tus labios me decían te amo.
El otoño se persigna
y el invierno me lastima.
Una noche oscura que me hiere me dirás
que la muerte vencerá la vida.
Y una noche oscura que me hiere me dirás
que la muerte vencerá la vida.
No te encuentres con mi sombra,
no le digas que me extrañas.
Yo cuidaré el recuerdo,
pero no mi corazón que se desangra.
Yo cuidaré el recuerdo,
y ésta zamba que despierta el alma.
Ilusiones de esperanzas,
de esas siestas tan amadas.
Y ese juramento que me diste, ¿Dónde se quedó?
¿O es que el odio ya apagó la llama?
Y ese juramento que me diste, ¿Dónde se quedó?
¿O es que el odio ya apagó la llama?
Tu figura me acaricia
y tu pelo, dulce brisa.
Sos recuerdo de un pasado que ya nunca volverá,
pues la flor se ha quedado marchita.
Sos recuerdo de un pasado que ya nunca volverá,
pues la flor se ha quedado marchita.
No te encuentres con mi sombra,
no le digas que me extrañas.
Yo cuidaré el recuerdo,
pero no mi corazón que se desangra.
Yo cuidaré el recuerdo,
y ésta zamba que despierta el alma.
